El ave Fenix cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Esto ocurría cada quinientos años.
miércoles, 10 de agosto de 2011
COMUNICADO DE BADIN 9 DE AGOSTO
"Se fondearan los recursos para la DESINCORPORACION de personal "
En pocas palabras TODOS corridos, eso si nos dejamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario