El ave Fenix cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Esto ocurría cada quinientos años.
Estos días serán claves en la relación laboral de Aeromexico, que dirige Andrés Conesa, con los sobrecargos bajo el liderazgo de Lizette Clavel. Mañana comienza el proceso de votación de la propuesta de cambios en las condiciones laborales que se sugirió a la base de sobrecargos. Con ello, decidirán si se suman al conjunto de cambios estructurales que se han realizado en la empresa para hacerla más eficiente y competitiva o siguen enredados en sus propios conflictos internos.
El rol principal de este nuevo capítulo lo tiene la controvertida dirigente Clavel, quien está nuevamente muy debilitada porque la planta de sobrecargos de Mexicana se siente engañada por la pifia que representó el supuesto reinicio de operaciones bajo PC Capital, mientras que entre los sobrecargos de Aeromexico Clavel nunca ha sido bien aceptada porque consideran que tomó por asalto el sindicato para quedarse seis meses más para que no existiera un supuesto vacío legal.
El caso es que ahora muchos suponen que habrá de generar un conflicto con Aeromexico para tratar de tomar fuerza y permanecer más tiempo en el liderazgo de un sindicato que no la quiere y que, contrario a lo que ella piensa, ya no la necesita. Así que se esperan días difíciles para los sobrecargos y su dirigente, quienes tendrán que decidir entre firmar un convenio que no afecte sus ingresos y sólo incremente la productividad de la planta o ir a un conflicto en el que la única que gana es Lizette Clavel porque eso le permitiría continuar en su cargo por más tiempo o incluso ganar otro periodo adicional de tres años. Usted ¿qué cree?.
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